Hoy en las Palmeras.

Hoy he ido a las Palmeras, un barrio conflictivo de Córdoba Capital, junto a Antonio Hurtado, un compañero que se presenta para el Senado.
La verdad, que cuando me llamaron para que esta tarde fuera para allá no me lo pensé: me entusiasmé.

Habíamos quedado para visitar la Asociación el Pedal, el Colegio de las Palmeras y la ONG “Encuentros en la Calle”.

Cuando vas a un barrio conflictivo se te encoge el corazón y el cuerpo porque no sabes que te vas a encontrar, pero cuando llegas allí con la convicción de aprender y conocer que labor se está desarrollando y si puedes aportar o echar una mano, desaparece todo.

Conocimos a Isabel, de la Asociación el Pedal. Una señora con una sonrisa perenne que trabaja con chavales y chavalas, y que vive porque éstos consigan esos pequeños objetivos de los que tanto te hablan las personas que trabajan con ellos.
Isabel nos enseñó los diferentes talleres, entre ellos los de encuadernación (gracias por esas maravillosas libretas) y el de peluquería (este taller lo han empezado hoy y me cuenta la monitora que las chicas que están en él están muy contentas e ilusionadas).
El taller de jardinería está trabajando sobre un terreno que hay frente el edificio donde la Asociación tiene los talleres y ya se ven algunos árboles plantados. Con mucho esfuerzo van plantando plantas y limpiando el terreno … es otra ilusión.

Después fuimos al Colegio, con Isabel y sus compañeros de Adsam.

En el Colegio ves a profesores y profesoras que trabajan con chicos y chicas complicados, pero tienen mucha ilusión.
El Director del Colegio nos decía que habían conseguido que no se saltasen la verja, ellos y ellas se quedan en el Colegio … de nuevo, van consiguiendo pequeños objetivos.

Paseamos por el Barrio con personas que te van contando la realidad de las Palmeras y la ilusión por mejorarles la vida a la juventud del Barrio.

Llegamos a Encuentros en la Calle.
Allí veo un pequeño tablón en el que se muestra las actividades diarias (informática, pintura, alfabetización, charlas, etc.) y en frente una puerta que pone: “La Guarde”.
En La Guarde suelen estar los niños de las mujeres que van a los talleres que organiza Encuentros y que son cuidados por otras mujeres.
Me llama la atención que trabajan con dos grupos diferenciados: hombres y mujeres.

Después de Encuentros en la Calle, seguimos paseando por el Barrio y mientras la gente sale a la calle.

Es sorprendente como cada uno de los patios (hay un patio central por cada manzana de bloques) está más o menos cuidado: comienzan las hogueras en ellos.

Es peligroso estar de noche en las Palmeras, pero me quedo con la labor de las Asociaciones y las ONG´s.

Quiero volver a colaborar y que entre todos consigamos pequeños objetivos que mejoren las vida de las personas que están allí.

Enhorabuena!