Fíjense que dos palabras: Creatividad e Innovación.
Puede parecer que no tienen nada que ver, pero no es así. Ambas están íntimamente unidas, ya que sin una no existiría la otra: para innovar debemos ser capaces de crear y crear algo diferente.
Hace unos años en la Facultad me impartieron una asignatura que se llamaba “Creatividad Empresarial”.
El profesor sostenía que debíamos ser creativos-innovadores para poder crear un producto-idea interesante y que pudiese seguir hacia delante.
Este profesor nos hacía que nos sentásemos y trabajásemos sobre ideas, leyésemos libros pocos usuales (¿Quién se ha llevado mi queso? o Un minuto para el absurdo), reflexionásemos sobre las cosas, la vida, y pasásemos una tarde de viernes entretenida.
Algunos compañeros y compañeras no entendían que tenía que ver esa clase con la contabilidad, la economía, la econometría, los derechos, etc., que eran los que tenían los créditos y nos hacía aprobar.
Pues esa respuesta es clara: en un mundo globalizado, en el que como se suele decir, “todo está inventado”, si no eres creativo e innovador, tu idea no saldrá hacia delante. Es decir, lo inventado, debemos de ser capaces de reinventarlo y lo nuevo, debemos saber darle un planteamiento lo suficientemente atractivo como para que atraiga al mayor número de personas.
En fin, que toda esta introducción es para deciros que necesitamos un Ministerio de Ciencia e Innovación.
Un Ministerio que nos refuerce la calidad de la enseñanza en las Universidades, de tal forma, que seamos productores de ideas innovadoras y creativas que nos hagan competitivos y, además, una la Universidad a la empresa. Debemos ser capaces de crear una verdadera transferencia del conocimiento de lo público a lo privado.
Tenemos que vender la marca de España como productora de creación de conocimiento. España siempre ha tenido un gran potencial creativo y debemos de comenzar a extraerlo para mostrarlo al mundo.
Desde el Ministerio que dirige Cristina Garmendia, se pretende crear una cultura colaborativa que dé lugar a un diálogo entre ciencia-tecnología-innovación-sociedad. Quizás os parezca una idea innovadora, pero os aseguro que es una idea trabajada, con un plan de trabajo y os recuerdo que en su día el gazpacho también fue innovador y, en otros lugares, lo ven como un alimento creativo.
Puede parecer que no tienen nada que ver, pero no es así. Ambas están íntimamente unidas, ya que sin una no existiría la otra: para innovar debemos ser capaces de crear y crear algo diferente.
Hace unos años en la Facultad me impartieron una asignatura que se llamaba “Creatividad Empresarial”.
El profesor sostenía que debíamos ser creativos-innovadores para poder crear un producto-idea interesante y que pudiese seguir hacia delante.
Este profesor nos hacía que nos sentásemos y trabajásemos sobre ideas, leyésemos libros pocos usuales (¿Quién se ha llevado mi queso? o Un minuto para el absurdo), reflexionásemos sobre las cosas, la vida, y pasásemos una tarde de viernes entretenida.
Algunos compañeros y compañeras no entendían que tenía que ver esa clase con la contabilidad, la economía, la econometría, los derechos, etc., que eran los que tenían los créditos y nos hacía aprobar.
Pues esa respuesta es clara: en un mundo globalizado, en el que como se suele decir, “todo está inventado”, si no eres creativo e innovador, tu idea no saldrá hacia delante. Es decir, lo inventado, debemos de ser capaces de reinventarlo y lo nuevo, debemos saber darle un planteamiento lo suficientemente atractivo como para que atraiga al mayor número de personas.
En fin, que toda esta introducción es para deciros que necesitamos un Ministerio de Ciencia e Innovación.
Un Ministerio que nos refuerce la calidad de la enseñanza en las Universidades, de tal forma, que seamos productores de ideas innovadoras y creativas que nos hagan competitivos y, además, una la Universidad a la empresa. Debemos ser capaces de crear una verdadera transferencia del conocimiento de lo público a lo privado.
Tenemos que vender la marca de España como productora de creación de conocimiento. España siempre ha tenido un gran potencial creativo y debemos de comenzar a extraerlo para mostrarlo al mundo.
Desde el Ministerio que dirige Cristina Garmendia, se pretende crear una cultura colaborativa que dé lugar a un diálogo entre ciencia-tecnología-innovación-sociedad. Quizás os parezca una idea innovadora, pero os aseguro que es una idea trabajada, con un plan de trabajo y os recuerdo que en su día el gazpacho también fue innovador y, en otros lugares, lo ven como un alimento creativo.
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