- Mira cariño, cuando has hecho las cosas mal, yo siempre te lo he dicho, ¿o no? -él sorprendido por aquel principio, asintió con la cabeza después de mirarla-. Cuando dijiste que ibas a dejar de estudiar, cuando te dio por el éxtasis, cuando te paró la Guardia Civil con una moto sin carné, yo te dije que te estabas equivocando, y te regañé, te insistí, intenté que cambiaras de actitud por todos los medios. Nunca he pretendido que seas infalible, ni una víctima, ni el mejor hombre del mundo, ¿es verdad o no? -él volvió a asentir, más sorprendido aún-. Pues voy a ser sincera contigo. Si yo tuviera 25 años y un novio de 28 al que una desconocida se le insinuara por teléfono para ofrecerle sexo fácil, te aseguro que lo único que me preocuparía sería que mi novio dijera que no. Eso sí que me haría pensar, y no que le siguiera el rollo, como tú esta mañana, aunque te haya oido media España.
Foto de Thomas Hawk.
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