Conforme se van desarrollando los usos de la red y su aplicación en todos los aspectos de nuestra vida, van surgiendo nuevos términos y, por tanto, nuevas definiciones.
El usuario se conecta a la Red y comienza sus tareas cotidianas. Escribe la presentación de su nuevo proyecto laboral en Google Docs, edita las fotografías de su viaje a Nueva York en Picasa y sube un vídeo familiar a YouTube. Luego escucha sus temas favoritos de Franz Ferdinand en Spotify y disfruta de los nuevos episodios de Anatomía de Greyen Seriesyonkis. Además, sube su colección de películas y series a un almacén virtual como Rapidshare o Megaupload para aligerar el disco duro y poder compartirlas.Todo lo ha hecho online, gratis y sin necesidad de descargarse nada en su terminal (Spotify sólo requiere bajar el buscador). Da igual dónde esté: en el trabajo, en casa o en un hotel. Sólo necesita una conexión: en la web se ejecuta y en la web se queda.
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Quizá sin saberlo, el usuario está moviéndose en la nube (cloud, en inglés), que es como ya se conoce al territorio virtual formado por todo aquel software y aplicaciones que funcionan desde fuera del ordenador, ya sea fijo, portátil o un teléfono móvil. Están alojados en servidores ubicados en algún lugar indeterminado pero son accesibles desde todas partes. El terminal se convierte así en un simple medio para enchufarse a esa nube de computación.
Por ejemplo, una empresa mediana que necesita un sistema “X” para hacer crecer su negocio tiene dos opciones:1. La tradicional: contratar a una empresa que le integre el sistema en su empresa, le monte los servidores, haga el desarrollo, testing, mantenimiento, etc.2. Con Cloud Computing: esta misma empresa accedería a un sistema que:- Puede implantar en unos tiempos impensables en el “modo tradicional”.- Al no depender de un equipo de mantenimiento propio, además de ahorrar en costes, solucionará los posibles problemas de la aplicación con mayor rapidez.- Le permite hacer crecer su empresa, pues puede añadir/quitar módulos, aplicaciones, etc. en función de sus necesidades.- Le permite acceder a un número casi ilimitado de servidores y sólo pagar por el espacio que use.- Acceder al sistema desde cualquier ordenador con conexión a Internet.- Le hace copias de seguridad constantes y fiables (reducen el riesgo de pérdida de datos).En definitiva, para las empresas, el “Cloud computing” representa flexibilidad, ahorro de costes y de problemas. Y como os podéis imaginar afectará a la mayor parte de los departamentos de vuestras empresas.
Y, ¿cómo usamos nosotros la nube en nuestra vida cotidiana?
Pues nosotros usamos Gmail y vemos nuestros correos desde cualquier ordenador o desde nuestro teléfono móvil. Las presentaciones no tenemos porqué hacerlas en Power Point o Keynote, la podemos hacer en Prezi. Los archivos los guardamos en Dropbox, de tal forma, que si tenemos Iphone, también, podemos acceder a nuestros archivos desde a él. Para retocar nuestras fotos lo hacemos desde Picnik y luego las subimos a Flickr. Ya no recortamos los artículos del periódico, sino que los artículos que nos interesan los guardamos en Delicious o Netvibes. Para leer a quién nos interesa, lo hacemos por GReader, para poder acceder desde cualquier ordenador o desde el móvil. Para editar archivos .doc o .xls usamos GDocs y para los archivos .pdf, PDF Escape. Google Wave, integra multitud de aplicaciones para el trabajo colaborativo, que hará (cuando esté totalmente operativo) que muchas actividades se centralicen en él.
En definitiva, cada día es más frecuente que usemos aplicaciones que estén en la nube y dos de los motivos son:
- la accesibilidad.
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